(ANRed)
Ver
a Vanesa en TN diciendo todo lo que tiene que decir, fue una enorme
alegría. Obviamente con muchas contradicciones, pero supo aprovechar muy
bien el espacio: “los medios también nos deben una disculpa por cómo
desinformaron y criminalizaron a los pibes” dijo, entre muchas otras
cosas. También dejó sus palabras en numerosos programas de radio y fue
nota de los diarios más leídos. Pero estos mismos medios que le dan un
espacio a Vanesa, son los que se lo negaron durante años, y muy
probablemente volverán a hacerlo en breve. Es por eso que vale la pena
repasar la historia de Luciano y tener en claro quien fue quien en ella.
Por Ramiro Giganti, para ANRed
Por RedAcción - LP
El
pasado 31 de enero, se cumplieron 5 años de la desaparición de Luciano
Arruga. Su historia fue un claro testimonio de la actualidad por
diversos motivos. La historia de un pibe de 16 años de un barrio humilde
del conurbano, de una familia trabajadora. La historia de un
desaparecido en democracia, pero distinta a la de Julio López, ya que
Luciano nació en democracia, pero no tan distinta en cuanto al entorno
institucional.
Es la historia de un pibe al que le cabe
perfectamente el “algo habrá hecho”, pero al igual que muchos militantes
y luchadores que desaparecieron en la dictadura por “haber hecho algo”
Luciano también lo hizo: se enfrentó a la autoridad: una autoridad
mafiosa y asesina. Es la historia de un pibe al que quisieron condenar
al delito, al que la policía obliga a “robar para la corona” a cambio de
una cometa… “¿Cómo va a decir que no? Si su familia no tiene un mango… “
y si dice que no la va a pagar, no es digno de esta sociedad que no
admite honestos. Luciano hizo algo, Luciano dijo que no.
La
historia de Luciano son muchas historias. Es la historia de la juventud
castigada. La historia de los miles de casos de gatillo fácil en esta
“democracia”. Pero también es la historia de un contexto de “fascismo
social” donde el “vecino bien” que pide seguridad también puede matar o
desaparecer personas. Una escalada irracional de reclamos por seguridad
“como sea”, donde el “como sea” se traduce automáticamente a “mano dura”
atravesó distintos puntos del país a partir de la mediatización del
“caso Blumberg” allá por el año 2004 y la referencia de su padre como
“líder de la derecha”, hasta llegar a Lomas del Mirador, en La Matanza,
el barrio de Luciano. Allí los reclamos por seguridad fueron
protagonizados por una ONG llamada Valomi (Vecinos en alerta de Lomas
del Mirador, La Matanza), presidida por Gabriel Lombardo, cuya labor
durante la campaña de Francisco De Narvaez de cara a las elecciones del
año 2009 fue probada (incluidas reuniones políticas con De Narvaez en su
Chalet). De esos reclamos, surge la creación, promovida por Valomi
(Lombardo) del destacamento de Lomas del Mirador, inaugurado el 26 de
Septiembre del 2007. Apenas inaugurado el destacamento la policía se
dedicó a hostigar y criminalizar a los pibes del barrio, y a familias
humildes y trabajadoras.
En Septiembre del 2008, un año después
Luciano fue detenido y maltratado por la policía en ese destacamento,
después de haber “rechazado la oferta”. A menos de un año y medio de
inauguración, y luego de torturas y maltratos a muchos pibes (incluido
Luciano) ese destacamento ya contaba con un desaparecido. La historia de
Luciano es también la historia de la policía asesina y corrupta, pero a
su vez es la historia de un entorno fascista promovido por los medios
masivos de comunicación y los reclamos irracionales de “seguridad como
sea”…. ¿Seguridad para quienes?
La Comunidad desinformada (Parte 2)
Gabriel
Lombardo desfiló por muchos medios masivos de comunicación, que
reprodujeron su relato. Aseguró (aunque sin pruebas) haber sido víctima
de al menos 39 robos. En esos días, su discurso se multiplicó al
conocerse el caso de Gustavo Lanzavecchia, un florista y decorador de
Susana Gimenez, que murió apuñalado. La propia Susana Gimenez, en un
programa de alto rating y poca reflexión expuso el reclamo al aire "a
favor de la pena de muerte”. Lo propio hizo Marcelo Tinelli, pidiendo
por más seguridad, mientras pocos días después saludaba a la “Buteler”
una fracción de la Barra Brava de San Lorenzo... Los barras bravas son
“un fenómeno” los pibes de barrios humildes no, la policía que los manda
a robar tampoco, los empresarios que lavan dinero o se benefician con
extensiones impositivas y algunos incluso se asocian (como Cristobal
Lopez, magnate de juego y “socio” de Tinelli en el manejo de medios)
menos… ¿Dónde está la delincuencia?
Volviendo a Luciano. Porque
en esta nota lo importante es Luciano, para ver a los sujetos
mencionados anteriormente están los medios masivos… bah, para adularlos.
La historia de Luciano, es la historia de una comunidad desinformada,
que no conoce su caso y cree que “no hay desaparecidos en democracia”.
Es la historia de una comunidad desinformada, que pide seguridad. Es la
historia de un cerco mediático.
Durante todo el mes de febrero
del año 2009, no hubo informe o referencia alguna sobre la desaparición
de este joven en ninguno de los medios masivos, a pesar de que su
familia, que lo buscaba, haya pedido ayuda, y difundido el caso. Muchos
nos enteramos por los medios alternativos o por mensajes de
organizaciones de DDHH independientes del gobierno o partidos de
izquierda. Los medios masivos difundían con excesiva repetición algunos
casos aislados de delito juvenil mientras paralelamente invitaban
“panelistas” para que opinen y debatan sobre la baja de la edad de
imputabilidad. De casos como el del Luciano no se hablaba.
La
historia de Luciano Arruga también es la historia de los medios
alternativos, que muchas veces difunden lo que los medios corporativos
callan. Pero cuando el cerco se rompe, son los medios corporativos los
que toman el trabajo de los medios alternativos, se apropian de él,
lucran con él, y obviamente abusan de él mostrando solo una parte del
trabajo y solo cuando su conveniencia lo demanda. Pasó muchas veces, y
sigue pasando. Pasó con muchos casos, y pasa también con el caso de
Luciano. Las historia de Luciano, además de ser la historia de los
cercos mediáticos, es la historia de la “hipocresía progre” de muchos
medios que callaron el tema para “no complicar al gobierno” y que ahora
se quieren acomodar y subirse a la ola. Es la historia de periodistas
que le sacan información a medios alternativos para después decir que
fueron los primeros en difundirlos, y lucrar con la militancia ajena.
¡La movilización rompió un cerco!
Ver
a Vanesa en TN, con tiempo y micrófono, diciendo todo lo que tiene que
decir, fue una enorme alegría. Obviamente con muchas contradicciones,
pero supo aprovechar muy bien el espacio: “los medios también nos deben
una disculpa por como desinformaron y criminalizaron a los pibes” dijo,
entre muchas otras cosas. También dejó sus palabras en numerosos
programas de radio y fue nota de los diarios más leídos.
Es
inevitable caer en el reconocimiento o mejor dicho el elogio a la lucha y
la capacidad para expresarse en los medios de Vanesa, bonita como todas
las luchadoras, pero muy concreta y firme para decir lo que muchos
intentan callar. El cerco está roto. Este es un triunfo de la
movilización, de la lucha de muchas personas, que junto a Vanesa
difundieron y militaron la causa. Es un triunfo de la militancia, de los
medios alternativos, y por sobre todo, es un triunfo de la verdad. La
historia de Luciano llegó a los medios masivos. Al menos por un rato.
Pero
como todo triunfo, siempre tiene a quienes lo lograron y a los
oportunistas que se intentan sumar a él una vez consumado. Los mismos
medios que le dan un espacio a Vanesa, son los que se lo negaron durante
años, y muy probablemente volverán a hacerlo en breve. Conociendo la
historia de Luciano, no sería la primera vez que ocurre: el cerco ya se
había roto, a mediados del año 2009, cuando una intervención en el
programa CQC que iba en directo, instaló el nombre de Luciano en los
medios, pero al poco tiempo, y amparados en la amnesia colectiva, el
cerco se recompuso.
Los cercos pendientes
La
historia de Luciano Arruga, es también la historia de muchos otros
casos, que los medios no informan. Son casos atrapados en cercos que es
necesario romper.
Daniel Solano se encuentra desaparecido desde
noviembre del 2011. Su caso tuvo muy poca presencia en los medios
masivos, en algunos directamente nula. Daniel era un trabajador
golondrina, de Tartagal, Salta; que había viajado a Rio Negro para
trabajar en una cosecha, al descubrir las condiciones de esclavitud a la
que la empresa Expofrut lo sometía, se organizó con sus compañeros.
Desapareció un día antes de la huelga que estaba organizando. Sus
familiares e incluso su abogado pusieron una carpa, incluso hicieron una
huelga de hambre de 19 días que fue ignorada por las autoridades. En la
jornada del pasado 25 de Enero en Lomas del Mirador, una vocera cercana
a los familiares de Daniel Solano denunció un plan mafioso para matar a
Sergio Heredia, el abogado de la causa. Los medios aún no difundieron
esta terrible noticia
Atahualpa Martinez Vinaya fue asesinado en
Viedma en el 15 de Junio del año 2008. Si bien hay una causa judicial
con tres policías procesados, esta se encuentra impregnada de impunidad,
mentiras y maniobras espurias. Además de pruebas concretas sobre el
accionar mafioso de la policía en Rio Negro.
Matias Casas fue
asesinado el 29 de Junio de 2012 por un policía. Tenía 19 años. El
pasado 25 de enero en la jornada por Luciano, la madre de Matias conto
que “Supuestamente a Matías lo paró un policía, no sabía quién era, le
preguntó si era Matías y empezó a disparar. Mi hijo con la moto en
arranque y agarrado de su novia arranca. Lo siguen en una camioneta con
un policía de seguridad, le siguen disparado y cuando mi hijo se cae un
taxista avisa a la policía, la policía lo rodea y permite que Méndez
(Héctor Daniel) baje de la camioneta y lo patee. No contentos con eso se
ponen a charlar, tarda en llegar la ambulancia y además en vez de
llevarlo al hospital que estaba a 8 cuadras, lo llevan al regional que
está a 30.”
El caso de Sergio Avalos, ya tiene más de 10 años, y
tuvo alguna repercusión en los medios aunque muy escasa, principalmente
impulsada por las movilizaciones de los estudiantes de la Universidad de
Comahue donde Sergio iba a estudiar, en Neuquén. Desapareció el 13 de
Junio del 2003 luego entrar a un Boliche llamado “Las Palmas”, del que
nunca se lo vio salir. El boliche estaba custodiado por ex militares y
policías. Sergio Avalos lleva más de 10 años desaparecido, con la
complicidad de las autoridades.
Diego Nuñez, murió asesinado por
la Policía Federal en Caballito, ciudad de Buenos Aires el 19 de abril
mientras salía a festejar su cumpleaños con amigos.
Braian
Hernandez tenía nada más que 14 años, y murió asesinado por un tiro en
la nuca por parte de la Policía en Neuquén. Su vecino, Gabriel “Willy”
Gutierrez, de 25 años, había sido un testigo clave del caso, por haber
presenciado los hechos. Había sido amenazado de muerte antes de dar
testimonio, pero aun así se presentó a declarar en contra de Claudio
Salas, su asesino. Willy murió asesinado el día siguiente.
Facundo
Rivera lleva casi dos años desaparecido en Córdoba. Salía de una fiesta
en el centro de la capital Cordobesa a dos cuadras de la Central de
Policía. Los testigos han tenido que dejar de vivir en Córdoba, por el
hostigamiento y el amedrentamiento. En Córdoba existe un código de
faltas que le da derecho al policía a detener y a juzgar; a veces
detiene a pibes por llenar planillas. Esa misma policía es la que hace
solo algunas semanas se amotinó y logró que su salario aumente hasta los
12.000 pesos. La impunidad es recompensada desde el gobierno.
Carlos
Painevil, está desaparecido desde el 2 de junio de 2012. Es de la
localidad de Allen, Rio Negro. Sus familiares no recibieron ninguna
respuesta de las autoridades.
En octubre pasado se cumplieron 10
años de la detención arbitraria, tortura y desaparición forzada de Iván
Eladio Torres Millacura en la Seccional Primera de Policía de Comodoro
Rivadavia. Otro caso con escasa o nula difusión en los medios.
La
historia de Luciano Arruga, es también la historia de todos ellos y la
de muchos otros casos. Es la historia de Mario Golemba, desaparecido en
Misiones. Es la historia de Rubén Carballo, asesinado por la policía de
la comisaría 44, de Floresta, mientras hacia la cola para entrar al
recital de Viejas Locas en 2009. También es la historia de muchos otros
casos, que no son mencionados en esta nota.
La historia de
Luciano es la historia de todos los jóvenes hostigados por las
autoridades, de todas las causa que los medios oculta. La historia de
Luciano es la historia de los petroleros de Las Heras condenados a
cadena perpetua luego de un mamarracho judicial donde se tomaron
testimonios bajo tortura como válidos.
Y si… la historia de Luciano Arruga, es la historia de la lucha de clases. O al menos una parte de ella.
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