Junto a Cuba se alinearon estados grandes y pequeños, repúblicas y reinos, regidos por gobernantes progresistas y reaccionarios, amigos y hasta pocos amigos desde el punto de vista político e ideológico. Es la manifestación meridiana de que el bloqueo no es un acto meramente bilateral, sino que es un acto de alcance extraterritorial que afecta a todos los países en sus relaciones con Cuba. Así que esta condena a los Estados Unidos puede explicarse con el proverbio de que “quien siembra vientos, recogerá tempestades.”
Junto a los Estados Unidos quedó, esta vez, su cancerbero en el Medio Oriente, o sea, Israel, para hacer realidad el proverbio de que “Dios los cría y el Diablo los junta.”
Los Estados Unidos de Norteamérica es el gigante de las siete leguas, e invadió con sus anchas zancadas, desde su fundación, a las tierras cercanas de México, y más tarde, en distintos períodos históricos, siguió su avance y despojo sobre naciones en todas partes del mundo. Es el protagonista del bloqueo más largo de la historia sobre un pequeño país: Cuba.
Por otra parte, Israel es el enano y poderoso cancerbero en el Medio Oriente, al cual los EE.UU brinda todo su apoyo y los recursos necesarios para que defienda sus intereses en el mundo árabe. Es también el protagonista del bloqueo contra Palestina, en especial contra la franja de Gaza, y, al igual que su aliado mayor, ha invadido territorios de Palestina, Líbano y Siria, y lanzado agresiones armadas contra esos y otros países. Y en una estrategia malévola con los Estados Unidos ha impedido la independencia de Palestina durante más de sesenta años. Así que cabe afirmar que a ambos los conocemos por sus obras expansionistas, y pueden ser reconocidos como grandes genocidas por las actuaciones devastadoras contra otros pueblos. Tal vez sea hora de presentar ante la Asamblea General de la ONU una resolución que demande el cese el bloqueo de Israel contra Gaza y, en general, contra Palestina.
Pero bien, Estados Unidos e Israel, ese dúo los compadres del bloqueo acá y acullá, quedaron aislados y solitarios en la ONU, y especialmente, el primero, sigue hablando en ese foro como si fuera un sordo hablante y un ser alienado que es incapaz de comprender ni valorar lo que todo el mundo expresa tan meridianamente. Siguen en su misma letanía año tras año acerca de que el bloqueo sólo es un asunto bilateral. Han perdido la razón y su prepotencia les hace comportarse como mentecatos ante la comunidad internacional.
La verdad de Cuba brilló a gran altura y fue demoledora del prestigio de los Estados Unidos, que en este campo como en otros no tiene ninguno. Y a ello contribuyeron las intervenciones de muchos países, que fueron caja de resonancia de las palabras y argumentos de Cuba.
Podría pedirse que más cosas cesen contra Cuba. Por ejemplo, el cese de la ocupación ilegal de la Base Naval de Guantánamo, que cesen las agresiones que se incuban en territorio norteamericano, que cesen las transmisiones ilegales por radio y televisión, que cese el financiamiento de grupos mercenarios fuera y dentro de Cuba, que cese el aprisionamiento injusto de los cinco Héroes cubanos, que cese la impunidad de criminales terroristas que viven en paz en suelo estadounidense, que cesen las intromisiones en los actos soberanos de la nación cubana.
En fin, una vez más se puede afirmar que tanto va el cántaro al suelo, que finalmente acaba por quebrarse. El cántaro esta vez y otras futuras, representa el bloqueo de los Estados Unidos.