viernes, octubre 15, 2010

Arriba los mineros


Durante el martes y miércoles pasados, la atención mundial quedó fijada en el rescate de los 33 mineros encerrados en los socavones de la mina San José.
La tecnología utilizada, la organización metódica y el empeño de los rescatistas dominaron el escenario de una larga jornada.
El éxito impone un par de reflexiones.
Los mineros quedaron enterrados en las profundidades negras de la mina, por la responsabilidad de la misma clase social y de los mismos gobiernos y políticos que asumieron la tarea de sacarlos.
Una tecnología vetusta, la ausencia de medidas de protección y de seguridad y un régimen laboral despótico que llevaron a lo que podría haber sido una tragedia fatal, fueron impuestas en la mina para reducir el llamado costo laboral y aumentar las ganancias capitalistas, con el acuerdo de todo el régimen político que gobierna Chile.
La columna del capitalismo chileno es, precisamente, la minería.
Los métodos de explotación en el norte de Chile son los que los pulpos mineros aplican en todo el mundo – con su rosario infinito de tragedias humanas.
Sebastián Piñera, el presidente de Chile, fue forzado a reconocer esta realidad cuando prometió un replanteo de la seguridad laboral en todo el país – como si la violación de esas normas no estuvieran inscriptas en las leyes laborales establecidas por Pinochet y ratificadas por sus sucesores.
El contraste entre la capacidad mostrada en el rescate por la misma clase social que se caracteriza por la negligencia en los métodos laborales de la explotación minera, se explica por una sola razón: la presión de la población de Chile y del mundo.
Bajo la presión extrema, los capitalistas encuentran siempre los dineros y recursos que usualmente niegan.
Hay otra razón más, por supuesto: salvar a la explotación minera, que hubiera recibido un golpe terrible si el desenlace hubiera sido fatal; hasta en la tragedia la burguesía defiende sus propios intereses.
El alma de toda la hazaña, sin embargo, quedó relegado: la capacidad de los mineros para sobrevivir durante 69 días a 700 metros de profundidad.
Esa capacidad no la otorgó solamente el conocimiento de que en la superficie se estaban moviendo en su socorro, porque ella nace de otro lugar: de la experiencia compartida por varias generaciones de la explotación social en las minas, de la convivencia en pueblos aislados y sin recursos, en zonas inhóspitas – no solamente por la meteorología.
La solidaridad de clase no es una consigna, es el resultado de una experiencia de vida en condiciones sociales de explotación.
Por eso nuestro homenaje a los mineros y a la clase obrera de Chile.

PRENSA OBRERA

lunes, octubre 11, 2010

Quinto Encuentro de la Resistencia Indígena, Barrial y Campesina


Hace más de 500 años con las carabelas de Cristóbal Colón el capitalismo descubre nuestro territorio. El sistema de reciprocidad, las comunidades generando un modelo de sociedad igualitaria en base al trabajo compartido se hacía trizas con la masacre de más de 100 millones de hermanos, el mayor genocidio de la historia. Este proceso de muerte y usurpación hoy continúa en nuestra América, en nuestra Abya Yala: una tierra con millones de pobres, analfabetismo, contaminación, gatillo fácil y cárcel para los nuevos indios.

COMO INDÍGENAS: les decimos que no somos parte del folklore del estado nación ni complemento del paisaje. Somos actores políticos descendientes de grandes civilizaciones y nos proponemos cambiar el sistema desde su concepción y estructura, por eso somos los actores de la transformaciones sociales. Hoy se siguen desalojando violentamente a comunidades, con la complicidad de los estados provinciales, el Estado Nacional, el INAI y las corporaciones internacionales. No queremos asistencialismo ni lastima paternalista, sino la autonomía, el territorio, el pachacuti de una nueva América para tod@ los que la habitamos.

COMO CAMPESINOS: reclamamos el cese de las persecuciones y la cárcel contra los luchadores. Que las tierras sean de los que la trabajan y la protegen y no de los que la envenenan con soja, agroquímicos, biocombustibles y etanol. Luchamos por la soberanía alimentaria de nuestro pueblo. Exigimos el fin de la contaminación de todos nuestros medios naturales, la tala indiscriminada de los bosques, utilizando los suelos con cultivos transgénicos, con las consecuentes desertificaciones e inundaciones.

COMO NIÑOS Y JÓVENES: no queremos que nos maten con el hambre, la policía del gatillo fácil, el discurso mediático de la inseguridad; las escuelas abandonadas, las enfermedades y la pobreza. Apoyamos la lucha de los estudiantes y docentes frente a la continuidad de las políticas neoliberales que solo quieren vaciar las aulas subvencionando las escuelas privadas dejando en el abandono a las escuelas públicas donde concurren nuestros hijos.


Nos solidarizamos con todos los pueblos que combaten por la integridad
de su territorio y su soberanía.

Reafirmamos nuestro compromiso de luchar por un mundo y un continente libre de hambre, miseria y violencia. Como parte de la Minga Global por la Madre Tierra, esta fecha sirve para continuar luchando en contra de toda forma de dominación, imposición y exclusión en todos los aspectos. En este sentido todas las organizaciones de abajo deben estar unidas en defensa de dignidad y la vida de nuestros pueblos.

Con la fuerza ancestral y presente de Tupac Amaru, Tupac Katari, Micaela Bastidas, Bartolina Sisa, El Che, Darío, Maxi y el Ejército Zapatista se levantan nuestras voces de vida, justicia y diversidad.

POR LA DIVERSIDAD Y UNIDAD DE NUESTRAS LUCHAS!!

5º ENCUENTRO DE LA RESISTENCIA INDÍGENA

POR EL OTRO BICENTENARIO, EL BICENTENARIO DE LOS PUEBLOS

LA NORIA, 11 DE OCTUBRE DEL 2010

martes, octubre 05, 2010

Carta de Julio Cortázar a Roberto Fernández Retamar

París, 29 de octubre de 1967

Roberto, Adelaida, mis muy queridos:
Anoche volví a París desde Argel. Solo ahora, en mi casa, soy capaz de escribirles coherentemente; allá, metido en un mundo donde sólo contaba el trabajo, dejé irse los días como en una pesadilla, comprando periódico tras periódico, sin querer convencerme, mirando esas fotos que todos hemos mirado, leyendo los mismos cables y entrando hora a hora en la más dura de las aceptaciones. Entonces me llegó telefónicamente tu mensaje, Roberto, y entregué ese texto que debiste recibir y que vuelvo a enviarte aquí por si hay tiempo de que lo veas otra vez antes de que se imprima, pues sé lo que son los mecanismos del télex y lo que pasa con las palabras y las frases. Quiero decirte esto: no sé escribir cuando algo me duele tanto, no soy, no seré nunca el escritor profesional listo a producir lo que se espera de él, lo que le piden o lo que él mismo se pide desesperadamente. La verdad es que la escritura, hoy y frente a esto, me parece la más banal de las artes, una especie de refugio, de disimulo casi, la sustitución de lo insustituible. El Che ha muerto y a mí no me queda más que silencio, hasta quién sabe cuándo; si te envié este texto fue porque eras tú quien me lo pedía, y porque sé cuánto querías al Che y lo que él significaba para ti. Aquí en París encontré un cable de Lisandro Otero pidiéndome ciento cincuenta palabras para Cuba. Así, ciento cincuenta palabras, como sin uno pudiera sacarse las palabras del bolsillo como monedas. No creo que pueda escribirlas, estoy vacío y seco, y caería en la retórica. Y eso no, sobre todo eso no. Lisandro me perdonará mi silencio, o lo entenderá mal, no me importa; en todo caso tu sabrás lo que siento. Mira, allá en Argel, rodeado de imbéciles burócratas, en una oficina donde se seguía con la rutina de siempre, me encerré una y otra vez en el baño para llorar; había que estar en un baño, comprendes, para estar solo, para poder desahogarse sin violar las sacrosantas reglas del buen vivir en una organización internacional. Y todo esto que te cuento también me averguenza porque hablo de mí, la eterna primera persona del singular, y en cambio me siento incapaz de decir nada de él. Me callo entonces. Recibiste, espero, el cable que te envié antes de tu mensaje. Era mi única manera de abrazarte, a ti y a Adelaida, a todos los amigos de la Casa. Y para ti también es esto, lo único que fui capaz de hacer en esas primeras horas, esto que nació como un poema y que quiero que tengas y que guardes para que estemos más juntos.

Che

Yo tuve un hermano.

No nos virnos nunca
pero no importaba.

Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.
Lo quise a mi modo,
le tomé su voz
libre como el agua,
caminé de a ratos
cerca de su sombra.

No nos vimos nunca
pero no importaba,
mi hermano despierto
mientras yo dormía,
mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.

Ya nos escribiremos. Abraza mucho a Adelaida. Hasta siempre,

Julio Cortàzar

lunes, octubre 04, 2010

Reviví la Jornada Heróica del 30 de Septiembre

Hoy después de escuchar "El Club de la Pluma", a partir de las 12:30 hs (aproximadamente) te invitamos para que revivas la jornada heróica que vivimos durante el 30 de Septiembre en la que el pueblo ecuatoriano salió a las calles dispuesto a dar su vida por hacer valer su libertad y sus derechos.
Agradecemos a La Radio del Sur de Venezuela por habernos dejado compartir su transmisión a través de Radio Rockultural y Radio Perspectiva de Clase.
Formando una cadena de comunicación solidaria con el pueblo, sin los filtros que los medios hegemónicos nos imponen, y dando a conocer de manera plena, la verdad del pueblo.
Construyamos la Comunicación que Merecemos!
Fuera Yanquis de la Región!
Latinoamerica Unida!
El Poder Es del Pueblo!