El gobierno "de los DD.HH." continúa implementando su política asesina mediante la intervención de barrabravas en el ámbito de la lucha de clases. Ahora es el turno de la masacre de Soldati: recordemos que estas prácticas, que no son nuevas, tuvieron una reciente manifestación en la escena violenta que se produjo en el reclamo de los ferroviarios tercerizados, en la que se cobró la vida de nuestro compañero Mariano Ferreyra y donde estos grupos de choque actuaron a la orden de la burocracia sindical, mano derecha del peronismo Kircnerista.
Estas metodologías son para desafectar a las fuerzas policiales y militares de la escena violenta y de esa manera deslindar la responsabilidad estatal de las muertes que provocan dichos enfrentamientos. Al mismo tiempo, quieren hacernos creer que sólo en la Ciudad de Buenos Aires existe la pobreza extrema y la falta de viviendas, cuando éstas como otras graves carencias, son relidades que se dan a lo largo y a lo ancho del paìs.
Es conocido el accionar represivo de las fuerzas violentas extra-gubernamentales a lo largo de la historia, en el caso del Kirchnerismo tienen su germen en "hinchadas unidas argentinas", una organización mafiosa conformada en su mayoría por barrabravas del fútbol a los cuales se les ha entregado la batuta del poder a la hora de asesinar y destruir a los movimientos y reclamos populares que están en contra estos gobiernos represivos vestidos de progresistas.
La forma de gobernar está basada en utilizar la "zanahoria" como promesa y convencimiento para "amansar y domar" a las masas y luego utilizar el "palo" para reprimir y violentar las luchas populares de los movimientos sociales disconformes con sus políticas represivas y autoritarias.
En momentos donde la crisis económica empieza a profundizarse cada día más, el descontento popular comienza a emerger, ya que "no hay peronismo sin plata", y a tal respuesta, el gobierno "de los DD.HH." de Cristina Kirchner, en conjunto con el del "proletario" Mauricio Macri, sacan a relucir sus fuerzas de choque y su accionar mafioso para enfrentarse y asesinar a nuestro pueblo, porque mal que les pese a muchos xenófobos de clase media, los ciudadanos de Paraguay, Bolivia o de donde provengan, son nuestros hermanos, y el poder político y económico, son los encargados de desmantelar esas relaciones de hermandad que debemos forjar para unirnos y luchar contra el poder establecido. Tengamos siempre presente que tanto el racismo, como el fascismo, son fenómenos propios del capitalismo, es decir, de una sociedad dividida en clases, donde las grandes mayorías populares son condenadas injustamente a la pobreza y la marginalidad. El "negro rico", en general, no tiene problemas, ni será menospreciado, puesto que será "blanqueado" y bien visto de inmediato.
Algunos sectores de la clase media pequeñoburguesa, acciona en favor del poder, prostituyendo su opinión en favor de la represión y el asesinato para "proteger" sus intereses económicos que ellos ven "amenazados" por la ocupación de estos basurales abandonados, ahora devenidos en "parques floridos y recreativos" para el poder y estos vecinos, los cuales anteriormente ni siquiera cuidaban ni mantenían.
El capital hegemónico no conoce de fronteras: el capital empresarial no tiene restricciones de ningún tipo a la hora de levantar una planta fabril y llevársela a otro país, dejando sin empleo a miles de compañeros que luchan día a día por llevar un plato de comida a sus casas. ¿Por qué vamos a ponernos fronteras nosotros mismos para seguir dividiéndonos y luchando pobres contra pobres? El gobierno, el poder econòmico establecido y los medios hegemónicos harán su "tarea fina" para seguir forjando esas divisiones, mientras ellos siguen juntándose para seguir sometiéndonos y asesinándonos.
Es el momento indicado para comenzar a unirnos contra el poder dominante y a organizarnos para conformar un verdadero frente de los trabajadores y demás sectores populares para sacar del gobierno a estas mafias corruptas y dar paso a una verdadera democracia del pueblo, en la que las clases oprimidas puedan acceder a una vida digna y evitar el desequilibrio social que estas políticas capitalistas imponen para seguir dividiéndonos y reprimiéndonos.
El desafío está en nuestras manos y depende de todos y cada uno de nosotros comprender la farsa que estos gobiernos que, como "lobos vestidos de ovejas", tienen para nuestra sociedad.
Somos los responsables de reclamar y hacer valer nuestros derechos que la constitución nacional nos garantiza: el de tener acceso a la salud, a la vivienda digna, al trabajo y a la educación que el estado debe garantizarnos.
Estos gobiernos seguirán ultrajando y violando nuestros derechos, en tanto y en cuanto no comprendamos que no debemos pelear entre trabajadores, entre hermanos latinoamericanos.
Debemos unirnos, organizarnos y salir en las calles reclamando y luchando hasta que la voz del pueblo sea escuchada definitivamente!
Basta de Asesinar a Nuestros Hermanos!
Basta de Gobernar para Unos Pocos!
Basta de Gobiernos Represores!
El Poder es del PUEBLO!
Hermandad y Unidad Latinoamericana!
Colectivo Avanzar
Por la Unidad del Pueblo!